El rol de los consumidores en la transición hacia una Economía Circular

Escuela Europea de Gerencia

Establecer una economía circular exige una transformación de los sistemas de producción/consumo. Los sistemas de producción responden y dan forma a la demanda de los consumidores a través de los productos que se ofrecen y cómo se comercializan.

Las elecciones informadas de los consumidores pueden influir potencialmente en las decisiones tomadas por los productores en las etapas anteriores y posteriores de las cadenas de suministro de productos.

La formulación de políticas reconoce cada vez más el valor de influir en los consumidores para que tomen decisiones más sostenibles desde el punto de vista ambiental, respetando al mismo tiempo su derecho a elegir.

Esto se debe a que las políticas que abordan el aspecto productivo de los sistemas de producción/consumo suelen ser inadecuadas para cumplir la creciente demanda de recursos, a pesar de los avances en la eficiencia de los recursos.

Sin embargo, para diseñar políticas de consumo efectivas, los factores que configuran el comportamiento del consumidor deben comprenderse adecuadamente para que las políticas los aborden con éxito.

Los factores sociales, las preferencias y las creencias tocan la psicología individual y, por lo tanto, se consideran los más difíciles de influir o cambiar mediante políticas, ya que nuestros valores y normas son creados por los procesos que dan forma a nuestra personalidad. Sin embargo, los factores sociales son un objetivo importante de las estrategias de marketing a largo plazo de los fabricantes.

También existen ejemplos de políticas que abordan los factores sociales a través de campañas de comunicación de sensibilización.

Las percepciones y los sesgos conductuales explican cómo los factores psicológicos dan forma a los comportamientos. Ejemplos de ideas y sesgos relevantes para comportamientos coherentes con la economía circular incluyen:

El sesgo del statu quo, que es un sesgo cognitivo que hace que las personas prefieran el estado actual de las cosas al cambio (es decir, las personas tienden a preferir comportamientos, elementos y entornos que les son familiares). Esto ayuda a explicar por qué los hábitos y el comportamiento pasado pueden obstaculizar la adopción de nuevos patrones de comportamiento circular.

El efecto de dotación, que describe cómo las personas tienden a valorar los artículos que poseen (es decir, que podrían perderse o abandonarse) más de lo que lo harían si no les pertenecieran. Este efecto ayuda a explicar por qué las personas se aferran a sus pertenencias incluso si no las están usando y por qué el “adjunto al producto” puede incentivar la reparación.

Los consumidores intervienen directamente en el mercado, establecen las pautas entre la oferta y la demanda, la transición hacia una economía circular ocurrirá plenamente cuando los consumidores logren dar el gro y sus necesidades estén orientadas a transiciones verdes, es aquí cuando las empresas más renuentes comenzaran su camino a la transición, como lo hemos visto por ejemplo en el auge de los automóviles hibrídos (que les permitían a los consumidores ahorrar dinero en combustible) o inclusive los autos eléctricos, un consumidor responsable es la base de la economía circular.


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Fecha del Post:

17 de abril de 2023