La Economía Circular y la gestión de recursos hídricos

Escuela Europea de Gerencia

La actual crisis del agua es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los desafíos del agua son particularmente importantes en las áreas urbanas, donde, por primera vez en la historia, vive más de la mitad de la población mundial.

Se estima que la población urbana en todo el mundo casi se duplicará para 2050, un aumento que tiene serias implicaciones para la demanda de agua urbana. Actualmente, con un 15-20 por ciento del consumo mundial de agua, la demanda urbana aumentará hasta un 30 por ciento.

El aumento del uso urbano del agua también conducirá a más aguas residuales y contaminación del agua. El cambio climático exacerba aún más las tensiones hídricas preexistentes y ya está teniendo un efecto medible en el ciclo urbano del agua, alterando la cantidad, distribución, tiempo y calidad del agua disponible.

Los servicios urbanos de abastecimiento de agua y saneamiento, que a menudo son proporcionados por entidades públicas, serán los más afectados por estos desafíos, además de los problemas de desempeño observados en muchas entidades del sector público.

Los principios de la economía circular han surgido como respuesta al actual modelo lineal insostenible de “tomar, hacer, consumir y desperdiciar”.

Sin embargo, hasta ahora, el sector del agua no se ha incluido sistemáticamente en los debates de estrategia de economía circular de alto nivel. En términos prácticos, un enfoque circular diseña productos que reducen la presión sobre los recursos naturales y minimizan el desperdicio.

Los principios de la economía circular ofrecen la oportunidad de reconocer y capturar todo el valor del agua (como un servicio, un insumo para los procesos, una fuente de energía y un portador de nutrientes y otros materiales).

Repensar el agua urbana a través de los lentes de la economía circular y la resiliencia ofrece la oportunidad de abordar todos estos desafíos al proporcionar un enfoque sistémico y transformador para brindar servicios de abastecimiento de agua y saneamiento de una manera más sostenible, inclusiva, eficiente y resiliente.

Para lograr todos sus beneficios, un sistema de agua circular debe adoptar la resiliencia y la inclusión. La resiliencia debe integrarse en cualquier estrategia circular para preparar a las ciudades para impactos y factores estresantes inciertos a fin de evitar los impactos no deseados de una interrupción o falla de los servicios de agua.

A medida que los países en desarrollo continúan creciendo y urbanizándose, los países de medianos y bajos ingresos deben recibir apoyo en su transición a una economía circular para que los grupos vulnerables también se beneficien de esas intervenciones.


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Fecha del Post:

25 de abril de 2023