Numerosos estudios demuestran que además de solucionar el problema del agotamiento de los recursos del planeta, la economía circular crea puestos de trabajo sostenibles e intransferibles.
El planeta se está quedando sin combustibles y nuestro modelo económico lineal ha mostrado sus limitaciones. Sin embargo, incluso ahora, un gran número de medidas políticas promueven el argumento del empleo y no tienen en cuenta la necesidad de combatir el cambio climático.
Pero en este contexto, los gobiernos tienen todo el interés en invertir en la economía circular. Contrariamente a la creencia popular, la economía circular impulsa la creación de empleo y garantiza un consumo más responsable de los recursos naturales.
Si bien los efectos de la economía circular sobre el empleo son positivos, supondrán, no obstante, un cambio en la distribución del empleo entre los diferentes sectores de actividad. Dada la menor demanda de materias primas, la demanda de empleos en las industrias extractivas, por ejemplo, será menor.
En general, las medidas para promover una economía más verde darán como resultado la pérdida de 6 millones de puestos de trabajo. Sin embargo, estas pérdidas se compensarán con la creación de 24 millones de puestos de trabajo en el conjunto de la economía.
Según los diversos informes elaborados sobre el tema, los sectores dedicados a actividades de reciclaje, mantenimiento y reparación estarán entre los sectores de mayor crecimiento, y estos informes también coinciden en que los empleos locales recibirán un impulso.
Principio de proximidad
De hecho, el principio de proximidad es inherente a la economía circular. Su primer pilar, el abastecimiento sostenible, fomenta el desarrollo del consumo responsable a escala regional. Por lo tanto, implica la creación de puestos de trabajo que no se pueden reubicar en otro lugar.
En el campo de la agricultura, en Francia, por ejemplo, Associations pour le Maintien d’une Agriculture Paysanne (AMAP) está estableciendo vínculos directos entre agricultores y consumidores locales, lo que ayuda a acortar las cadenas de suministro entre productores y consumidores y, al mismo tiempo, crea puestos de trabajo locales.
Asimismo, las actividades de reparación y reciclaje ayudan a reducir el consumo de recursos y la producción de residuos, así como a mantener y desarrollar puestos de trabajo locales cualificados.
A través de estos enfoques, la economía circular podría ofrecer un remedio social a la crisis del empleo que afecta a los países europeos. Sin embargo, se necesitarán políticas para la innovación y la formación, dos cuestiones clave del empleo, para garantizar que los trabajadores participen en la búsqueda de un crecimiento más verde.