México está buscando estrategias para una sociedad más sustentable mientras enfrenta los desafíos del cambio climático, la rápida urbanización y la escasez de recursos. México ha priorizado el bienestar general de la población mediante el poder público al servicio del interés público en primer lugar. Este estado de derecho debe complementarse con una nueva ética social en la creación conjunta de un futuro resiliente para todos.
México ha asumido un nuevo papel de liderazgo en el escenario mundial como lo demuestra la actividad de alto nivel en las reuniones del G20 en Alemania, el Acuerdo de París sobre el Control Climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En apoyo, México ha establecido nuevas políticas e incentivos para guiar el desarrollo inclusivo y sostenible. Las nuevas políticas e incentivos fomentan la participación del sector público, privado y sin fines de lucro, abriendo las puertas para una posible colaboración.
Específicamente, las nuevas leyes que respaldan una sociedad resiliente y sostenible establecen la base legal para las empresas descentralizadas de agua, energía, combustible y telecomunicaciones privatizadas. Las nuevas regulaciones incluyen un informe obligatorio de emisiones de gases de efecto invernadero, captura y reutilización obligatoria de aguas grises y pluviales, calentamiento solar de agua, estándares más altos para el tratamiento de aguas residuales, desechos sólidos y seguridad alimentaria, respaldado con un mercado de créditos de carbono para fines de transición. El marco legal resultante define las obligaciones y procedimientos tanto para el sector público como para el privado.
El marco está destinado a ser transparente, agregar claridad al proceso, generar confianza con la gente y atraer inversión extranjera a los esfuerzos de México para lograr las metas establecidas en los ODS de las Naciones Unidas. México busca activamente proyectos e inversiones en una variedad de sectores, incluidos los sistemas de agua nacionales, estatales y municipales, tecnología agrícola, energía renovable, biocombustibles y enfoques innovadores para la infraestructura descentralizada integrada en el desarrollo sostenible.
MODELO DE NEGOCIO
México ha formulado un modelo de negocio y una estrategia operativa alineados con la clara intención de hacer la transición hacia un futuro sostenible. El modelo de negocio encaja con las prioridades establecidas por el gobierno mexicano ahora incorporadas en las políticas, programas y leyes oficiales. La plataforma de desarrollo sostenible está diseñada específicamente para cumplir con todas las leyes y normas mexicanas pertinentes que regulan cada aspecto de un vecindario equitativo y resiliente. Esta plataforma de desarrollo incluye regeneración de recursos e infraestructura viva específica para agua, energía, alimentos, combustible, alcantarillado, desechos sólidos, aguas grises, aguas pluviales, servicios de comunicación y vivienda.
El modelo de negocio es: codiseñar, coconstruir, copropiedad de vecindarios privados, cooperativos respaldados por un conjunto interconectado de infraestructura patentada para satisfacer la demanda de los consumidores de acceso vital y permanente a un estilo de vida sostenible, sin desperdicios y neutral en carbono.
En la práctica, esto significa que México construye todas las casas y propiedades comerciales, integra y opera toda la infraestructura de servicios públicos requerida por los vecindarios privados. El conjunto de infraestructura proporcionará abundantes suministros de agua potable y segura, electricidad generada, biogás para cocinar, alimentos orgánicos y biocombustible para equipos, de manera sostenible. Además, el modelo comercial administra los servicios de basura, reciclaje y alcantarillado del vecindario en un sistema de circuito cerrado autónomo.
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