La productividad, la gestión organizacional enfocada en procesos, la selección y contratación de talento humano, el desarrollo de competencias en los trabajadores y la relación entre motivación y productividad de los empleados, son elementos que comenzaron a estudiarse desde comienzos del siglo XX de la mano de Frederick Taylor, conocido como el “padre de la Administración Científica”. Desde entonces, son muchas las teorías desarrolladas en el área administrativa que buscan el mejor enfoque para gestionar organizaciones y aumentar sus niveles de productividad y rentabilidad. Uno de esos enfoques es el de “neuromanagement” o “neurogerencia”.
Para comprender mejor este tema, que llama cada vez más la atención de los líderes organizacionales, veamos primero la definición que hacen algunos autores sobre este concepto:
Néstor Braidot, reconocido conferencista, máster en Programación Neurolingüística, en Psicobiología del Comportamiento y Neurociencias Cognitivas, y autor del libro “Neuromanagement”, define a la neurogerencia como: “la aplicación de las neurociencias cognitivas al gerenciamiento y la conducción de organizaciones, que se focaliza en los procesos neurológicos vinculados con la toma de decisiones, el desarrollo de la inteligencia individual y organizacional, la planificación y gestión de personas”.
Por su parte, Francisco Cáceres (2013), experto en psicología social, explica que “el neuromanagement es una disciplina centrada en explorar los procesos neurofisiológicos involucrados en el desarrollo de la inteligencia a nivel personal y organizacional, fomentar en los ejecutivos la capacidad de visión de negocios y desarrollar las competencias de los profesionales”.
La Asociación Internacional de Neuromanagement explica que la neurogerencia “nace de la aplicación práctica del estudio de la conducta neurológica del cerebro en el logro de los objetivos fundamentales de los seres humanos y su aplicación a la gestión de empresas. Es, en este sentido, una interpretación única, novedosa y especialmente pragmática”.
Sobre las ventajas de este enfoque, María Eugenia Villa (2020), psicólogo y especialista en Gerencia del Talento Humano, hace una afirmación audaz al explicar que el entrenamiento neuronal puede ayudar más a los gerentes en la resolución de conflictos y la toma de decisiones rápidas, que la propia planificación estratégica:
“En términos del empleo de las neurociencias, actualmente un gerente ya no requiere de la planeación estratégica como comúnmente se ha venido elaborando, requiere del desarrollo de capacidades cerebrales para desarrollar habilidades que conlleven a respuestas y soluciones inmediatas y rápidas. Se habla del Neuroplanning, el cual se enfoca en el desarrollo de funciones neurocognitivas preparando al cerebro para que responda a la misma velocidad con que se presentan los cambios. Para esto, promueve el pensamiento interdependiente, consciente y analítico”.
Sin embargo, aún existen dudas sobre el alcance que pueda tener este método en la identificación de algunas habilidades blandas fundamentales para los trabajadores. En un artículo compartido por la Escuela de Negocios de Harvard, titulado ¿Estamos ingresando en una era de neuromagement? encontramos algunas opiniones contrarias al planteamiento de Villa, y las compartimos a continuación:
“Dudo que podamos predecir con validez a partir de un escaneo quién trabajará duro, será innovador o ejercerá una gran influencia… Los posibles comportamientos de descarrilamiento a menudo se mantienen controlados por altos niveles de ambición y valores o conductas de liderazgo en las empresas”.
“El neuromanagement se basará en pruebas electrónicas … sin embargo, no detectará el ‘poder de voluntad’. Es nuestra voluntad la que determina qué tan disciplinada es una persona y es esto lo que realmente determina nuestra (s) elección (s) en la vida”.
A pesar de las numerosas inquietudes que pueda generar esta metodología basada en el uso de escáneres cerebrales en los miembros de una organización, la neurogerencia es empleada en la actualidad como una herramienta de gestión organizacional que establece una interrelación entre el desarrollo neuronal y las habilidades gerenciales de un individuo y, a la vez, en su capacidad de entender cómo influyen estos procesos neuronales en las actitudes, el comportamiento y la productividad de su equipo de trabajo.
El neuromanagement, como herramienta gerencial, es incluso aplicado en las organizaciones como un modelo de gestión. En este sentido, la Asociación Internacional de Neuromanagement señala: “es una nueva forma de gestionar las empresas y conlleva una serie de pasos de implantación del Sistema de Gestión Neuromanagement (SGN) y de una nueva cultura de Gestión Empresarial, sin la cual, el nuevo modelo de Gestión no opera correctamente”.
Sin duda, esta se ha convertido en una tendencia importante de la gestión empresarial que los líderes no deben descartar, pues se encuentra en pleno desarrollo, se apoya en evidencia científica tomando las neurociencias como base, y sus resultados podrían ser muy beneficiosos para las organizaciones.
Si te interesó este tema, te invitamos a leer nuestro artículo sobre Gestión del Talento Humano.