Fintech es el acrónimo de las palabras “finanzas” y “tecnología”. Este término hace referencia al uso de tecnologías en la gestión financiera, convirtiendo a las transacciones financieras en un proceso más sencillo, inmediato y accesible, en comparación con las formas tradicionales desarrolladas por el sector bancario.
Se trata de un nuevo modelo de negocio con menos regulaciones que las de la banca tradicional, que ofrece servicios financieros con un concepto disruptivo, basado en nuevas tecnologías y el desarrollo de soluciones flexibles, amigables y transparentes de las que tal vez has escuchado hablar. Estas son algunas de ellas:
• Criptomonedas, wallets y exchanges.
• Trading y mercado de capitales.
• Aplicaciones de pago y envío de remesas.
• Bancos digitales (neobancos).
• Seguros digitales.
• Gestión de finanzas personales / empresariales.
• Financiamiento colectivo (crowdfunding).

Trading y mercado de capitales
Estas soluciones están completamente centradas en el cliente y buscan mejorar su experiencia con los servicios financieros. La popularidad de las Fintech aumentó tras la situación de confinamiento ocasionada por el COVID-19, cuando la transformación digital se hizo obligatoria en todos los sectores productivos. Entonces, las Fintech ya no eran utilizadas solo por un público joven ávido de tecnología, sino por empresas que necesitaban agilizar sus procesos financieros y que encontraron en las tecnologías financieras una vía rápida y confiable para gestionar sus trámites en un ecosistema digital, sin colas, sin requisitos interminables y sin largos tiempos de espera, además.
Según una investigación del Club de Finanzas e Inversión de la Universidad de Los Andes de Colombia, solo en 2019 las inversiones para el sector Fintech pasaron de 50 billones de dólares a 100 billones de dólares a escala global, de 12 a 34 billones de dólares en Europa, y en Latinoamérica de 30 a 54 billones de dólares, lo que evidenciaba un aumento significativo de los fondos destinados a este tipo de empresas, incluso antes de la pandemia.
Naturalmente, el sector bancario comenzó a percibir a las empresas Fintech como una amenaza, pero los líderes de las instituciones bancarias deben reconocer que las tendencias dentro de la industria financiera están claramente orientadas a la virtualidad y que, tal vez, les llevó mucho tiempo comenzar a integrar las nuevas tecnologías en sus servicios. Fue la pandemia la que obligó también a los bancos a adaptarse rápidamente a la demanda de los clientes en el mundo digital. El desarrollo de productos y servicios tecnológicos se hizo imprescindible y comenzaron a considerar a las Fintech como posibles aliados para atender las necesidades de sus clientes de manera efectiva.
Las Fintech necesitan la experiencia y la estabilidad del sector bancario y los bancos necesitan la innovación y la flexibilidad ofrecida por estas nuevas empresas. Además, se cree que pronto estas empresas de tecnología financiera emergentes estarán sometidas a regulaciones similares a las de la banca y esto puede afectar su agilidad.
De acuerdo con el CAF – Banco de Desarrollo de América Látina, algunos bancos están creando alianzas con Fintechs existentes, comprando empresas Fintech o creando sus propias Fintech, por ejemplo, con el desarrollo de bancos digitales: “Lo que ya podemos ver es una convergencia de intereses en torno a una agenda de convivencia y la búsqueda de sinergias y complementariedades que optimicen y potencien las capacidades y oportunidades de cada uno”, aseguran.
En definitiva, un proceso de integración que gana cada vez más adeptos en el mundo de las finanzas, con el propósito de dar un salto al futuro del mercado financiero en la era digital.