“Los líderes no nacen, se hacen. Y se hacen como cualquier otra cosa, a través del trabajo duro”. Estas palabras inmortales provienen del entrenador de fútbol del Salón de la Fama Vince Lombardi. En esta cita, surge la creencia de que el verdadero liderazgo viene a través de la experiencia, la determinación y la pasión. Otros sostendrán, sin embargo, que muchos líderes nacen con características de liderazgo. Estos “líderes natos”, como a veces se les llama, están a la altura de las circunstancias porque así son.
Entonces la pregunta sigue en pie: ¿los líderes nacen o se hacen? Hay verdad en ambos lados de la moneda. Sin embargo, los grandes líderes son completos en muchas áreas, la mayoría de las cuales se aprenden con el tiempo. Ya sea administrando un negocio en crecimiento o liderando una gran corporación, los líderes emergen al desarrollar sus talentos naturales.
La ciencia también respalda esta afirmación. Una investigación de la Universidad de Illinois muestra que las personas pueden convertirse en líderes. Si esto es cierto, eso significa que cualquiera puede convertirse en líder si quiere serlo. Eso significaría que empresas enteras podrían tener equipos completos de líderes listos para liberarse. Exploraremos esta pregunta mirando primero lo que dicen los científicos. Luego, conoceremos algunos rasgos comunes que se encuentran en los grandes líderes y cómo puede desarrollarlos también.
¿Qué dice la ciencia al respecto?
Investigadores de todo el mundo han intentado responder a esta pregunta. Como muchos otros, quieren saber si hay un componente genético en el liderazgo o si es algo que las personas aprenden con el tiempo, de un mentor o entrenador. Un debate famoso en la Asociación Estadounidense de Facultades de Farmacia en 2016 tomó a dos grupos del Programa de Becarios Académicos y los hizo discutir sobre qué lado tenía la mayor cantidad de evidencia a su favor.
Estos grupos analizaron varios estudios de gemelos para comparar los rasgos de liderazgo. Los hallazgos no fueron tan concluyentes como probablemente esperaban. El lado que argumentó que los líderes nacen, no se hacen, mostró ejemplos de gemelos que demostraron capacidades de liderazgo impresionantes, como los astronautas Mark y Scott Kelly. El lado que favoreció el argumento de que “el liderazgo se aprende” mostró ejemplos de principios y rasgos de liderazgo que no pueden ser genéticos, como la pasión por ayudar a los demás, la integridad y una visión para el futuro. Los dos grupos concluyeron que la respuesta probablemente involucraba algún elemento tanto de la naturaleza como de la crianza.
Rasgos de liderazgo y cómo desarrollarlos
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que los líderes excepcionales hacen tiempo para desarrollar su oficio. Por esta razón, las siguientes características deben ser de especial atención cuando se trabaja en el aumento de las habilidades de liderazgo.
- Aceptar la responsabilidad
Cuando era presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman tenía un famoso letrero en su escritorio que decía: “Aquí se detiene la pelota”. Eso significaba que él era el responsable final de lo que sucediera durante su administración. Los líderes asumen la responsabilidad y nunca “pasan la pelota”. Como enseña Jocko Willink en Extreme Ownership, los verdaderos líderes se apropian por completo de todo lo que hace su equipo, incluida la aceptación de la culpa cuando las cosas se desmoronan. No siempre es fácil de hacer, pero los líderes saben que todos cuentan con ellos. Los miembros del equipo que vean esto también querrán imitar este comportamiento. Como escribe Willink, “el liderazgo es contagioso”.
- Aprendizaje constante
Los mejores líderes tienen un apetito inquebrantable por aprender. Están constantemente buscando nueva información. Esto no se debe solo a la necesidad de sus trabajos, también se debe a su curiosidad. Se mantienen al día con las noticias, buscan nuevas formas de resolver problemas y leen sobre temas fuera de su experiencia. Como dijo Bill Gates en una entrevista con The Guardian, “Trato de hacer tiempo para leer cada noche.”
Algunos de los líderes empresariales más destacados del mundo tienen la reputación de querer aprender todo el tiempo. Jan Koum, cofundador y ex director general de WhatsApp, vivía en la pobreza extrema en Ucrania antes de mudarse a EE. UU., donde enfrentó aún más dificultades. Sin embargo, su deseo de aprender nunca se desvaneció. Después de solo dos años en los Estados Unidos, Koum aprendió por sí mismo la programación de computadoras. Incluso se unió a un grupo de piratería para poder aprender todo sobre ciberseguridad, escalabilidad y redes. Todo este aprendizaje práctico eventualmente valdría la pena, y hoy, Koum tiene un patrimonio neto de casi $ 10 mil millones.
- Adaptarse a los cambios
No importa la industria, el cambio siempre sucede. Los líderes efectivos pueden adaptarse a esos cambios. Ven el cambio como una oportunidad para crecer y aprender. Nunca toman la ruta más pesimista y piensan que el cambio es malo. En todo caso, lo ven todo como un desafío para superar y ayudar a otras personas a verlo de esa manera también.
La capacidad de adaptación va de la mano con el rasgo de aprendizaje constante discutido anteriormente. Si un líder siempre busca cosas nuevas para aprender, estará en una posición mucho mejor para adaptarse a cualquier cambio que ocurra. Permanecen enfocados en sus objetivos, pero son lo suficientemente flexibles para reaccionar ante el mundo cambiante que los rodea. Volviendo al ejemplo de Elon Musk, SpaceX se enfrenta a nuevos desarrollos y descubrimientos constantes que cambian el panorama de la exploración espacial, pero Musk se mantiene firme en su compromiso con su visión. SpaceX se adapta a los cambios tecnológicos y aprende de los lanzamientos fallidos de cohetes para convertirse en una mejor empresa.
- Mostrar empatía
La mayoría de la gente tiende a pensar en los grandes líderes como excelentes oradores públicos y personalidades extrovertidas. Si bien es cierto que el carisma juega un papel en el desarrollo de seguidores, eso no significa que solo los extrovertidos sean grandes líderes. Los introvertidos también pueden ser líderes porque gran parte del liderazgo se reduce a cuánta inteligencia emocional tiene una persona.
La inteligencia emocional consiste en las habilidades de liderazgo necesarias para emplear los sentimientos para la motivación, la planificación y la formación de vínculos con otras personas. La empatía es parte de esa ecuación. Mostrar empatía significa comprender lo que sienten los demás y conectarse con ellos a nivel emocional. Es como los líderes resuelven conflictos, levantan el ánimo y actúan apropiadamente en cualquier entorno social.